

Los ríos, arroyos y lagos son vías fluviales fundamentales para la supervivencia y la conexión física y espiritual con el mundo. El agua también representa el deseo y la posibilidad de purificación, practicada en innumerables rituales ancestrales.
Por desgracia, las aguas han sufrido grandes convulsiones y los fenómenos meteorológicos extremos advierten de la urgencia de regenerar nuestra relación con el medio ambiente.
La gran inundación de mayo de 2024 derramó agua y tierra por la meseta. Las marcas tatuaron las paredes de las ciudades con vetas rojas. La población aturdida encontró la línea de flotación y, al borde entre flotar y hundirse, vio el frágil equilibrio entre fuerzas y densidades.
Debemos cuidar nuestra visión y despejar la línea de flotación de nuestros ojos. Reflexionar sobre el agua que ocupamos, embalsamos, contaminamos y escaseamos. Los bosques que destruimos, bloqueando los procesos naturales de circulación de las lluvias. La línea de flotación ha subido y necesitamos que surjan humanos dispuestos a abandonar la centralidad de un ser que se coloca en un trono como rey de la naturaleza.
La línea de flotación es el tema del FestFoto 2025. Bienvenido.


Por lo que podemos ver, sólo hay árboles en el planeta Tierra. Pero la rareza de este hecho no parece bastar para despertar admiración o empatía en la mayoría de los seres humanos. Embriagados por la idea de que todo el universo existe para servirnos, los árboles han sido maltratados durante siglos como si sólo fueran un recurso a explotar.
El empresario humano del progreso ha roto las relaciones con el mundo y negado la interdependencia con otros seres, ha subyugado los conocimientos ancestrales y ha convertido la vida en un reparto de tristezas y facturas atrasadas.
Afortunadamente, para muchos pueblos, los árboles son algo más que carbón para los hornos, lastre para las carabelas o un estorbo para la especulación inmobiliaria y el agronegocio. En la cosmología africana y amerindia, el surgimiento de las plantas, los animales y todos los seres se produce en relación, y se abre a un futuro común. Los árboles son un sistema sensible que comunica, deleita, protege y ayuda al mundo a mantenerse vivo.
Muchos trabajos fotográficos están dedicados a entablar un diálogo con este conocimiento ancestral y natural y a romper la monumental ignorancia que legitima los ataques contra los bosques y sus defensores. La fotografía es una invitación a reflexionar y prestar atención a raíces, troncos y hojas reales o fabricados; ríos, lagos y mares que son reales o espejo de nuestra civilización. La nitidez no reside en el enfoque, sino en la experiencia de la vida en el planeta.
Con esta idea, concepto y práctica le invitamos a inscribirse en la Convocatoria 2025.


Ya están abiertas las candidaturas para la convocatoria de FestFoto 2025: ¡prepara tu carpeta!






